En el marco de la exposición Siluetas sobre maleza, se presentará el proyecto de investigación Semillero Caribe iniciado por Minia Biabiany, artista de la muestra, Madeline Jiménez y Ulrik López. El proyecto nace hace 8 años del deseo de experimentar, vibrar y sentir del pensamiento y del estar caribeño.

Este evento se divide en dos partes y tiene una duración de dos horas. Primero habrá una presentación de lo acontecido en los años iniciales para el Semillero en la Ciudad de México, donde se abordarán las preguntas desde dónde surgió, hasta cómo nutrió las investigaciones y prácticas de los tres artistas provenientes de distintos Caribes. Después se propondrán hilos de pensamiento y de sentir a partir de preguntas ancladas en el territorio, la relación con el cuerpo y con la enunciación propia. Se invitará a jugar con nuevos cuestionamientos hechos para los talleres de los futuros Semilleros, a partir de la lectura de dos textos que servirán como base, mientras se realizará una dinámica colectiva sorpresa junto con los participantes.

Minia Biabiany (Guadalupe, 1988) trabaja y vive en Guadalupe. En su práctica observa cómo la percepción del cuerpo se entrelaza con la percepción del espacio, la tierra y la Historia. A través de instalaciones y videos, evoca los gestos del tejido creando narrativas poéticas y políticas vinculadas a la autocomprensión y la sanación. Explora la posibilidad de una enunciación fuera de la narrativa colonial dominante, especialmente en el contexto de Guadalupe y las consecuencias de la asimilación francesa y su impacto en las relaciones entre las personas, la tierra y las plantas. Biabiany inició el proyecto artístico y pedagógico colectivo Semillero Caribe en 2016 en la Ciudad de México y continúa explorando la deconstrucción de narrativas con las sensaciones del cuerpo y conceptos de autores caribeños con la plataforma experimental Doukou.

Madeline Jiménez (Santo Domingo, 1986) vive y trabaja entre la Ciudad de México y Santo Domingo. En su práctica se permite imaginar la transformación que deberían sufrir tanto los objetos como las convenciones del Arte cuando estas son atravesadas por un cuerpo con una historia otra. Recodificando la representación y su territorio, a partir dibujos maquínicos tridimensionales y sistemas espaciales, crea un lenguaje que dota al objeto de cualidades múltiples con la intención de ralentizar su proceso de instrumentalización. Intenta la construcción de un objeto en fuga permanente; en movimiento constante. Jiménez desarrolló en colectivo el proyecto artístico y pedagógico Semillero Caribe en la Ciudad de México en 2016 y continúa proponiendo estrategias de crítica e intercambio para rastrear las huellas del colonialismo en prácticas contemporáneas y luego generar posibles bailes alternos.

Ulrik López (Ciudad de México, 1989). Vive y trabaja entre la Ciudad de México y San Juan, Puerto Rico. Tiene una licenciatura en Escultura y una especialización en Diseño Industrial por la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico; actualmente forma parte del programa de maestría en Bard College. En la obra de López predominan objetos y motivos relacionados con la arqueología y antropología de las Américas, para acercarse a diferentes nociones sobre la cosmovisión, lo ritual, el mito y la artesanía. Gran parte de su práctica consiste en ordenar fragmentos de diversa índole, ya sean físicos o inmateriales, conceptos o intuiciones, eternos o efímeros, escultura o dibujo, arquitectura o danza, para examinar temas en torno a tradiciones y formas revisadas del folclore; y de alguna manera aborden algunos traumas del colonialismo.