Impartido por: Sofía Acosta y Concepción Huerta
Cada mes invitamos a un artista a abordar los contenidos de las exposiciones en el Museo Jumex a partir de un taller, un performance o un recorrido.
Lago Agrio (Sour Lake) recibe su nombre por el condado de Texas donde Texaco inició sus primeros trabajos como empresa petrolera. En Lago Agrio se encuentra el primer pozo petrolero descubierto en la Amazonia ecuatoriana, en 1967, por los procesos de perforación de esta compañía.
A través de esta activación performativa de archivos visuales y sonoros que lindan entre su historia personal y elementos de la esfera pública, la artista Sofía Acosta busca redefinir la Amazonia como un paisaje en decadencia. Asimismo, la artista pretende evidenciar la coexistencia de los límites de lo humano y lo no humano, las fronteras entre utopía y distopía, en una relación dialéctica permanente y compleja. De este modo, la selva se puede leer como una metáfora que sirve de telón para la vida en abundancia y la codicia destructiva.
Sofía Acosta-Varea (Quito, 1988). Su trabajo es una apuesta estética y política que cuestiona las narrativas establecidas de género y propone una mirada al arte desde el posextractivismo, poniendo en debate las nociones contemporáneas de territorio. Su práctica incluye instalación, video e intervención de fotografías, archivos, cartografías y testimonios. Ha participado en varias exhibiciones individuales y colectivas en distintos espacios dentro y fuera del Ecuador. Fue parte del Programa Educativo SOMA (2020-2022). Junto con la Colectiva Mirador, realizó el proyecto Mirador: visiones sobre el extractivismo (2019). Actualmente, junto a Anamaría Garzón y Francisco Hurtado, coordina el proyecto editorial y multimedia Estado Fósil. En 2024, recibió el Mentorship Award for Artistic and Cultural Responses to Environmental Crisis del Prince Claus Fund y el Goethe-Institut.
Concepción Huerta (León, Guanajuato, 1986). Artista multidisciplinaria que se desempeña en medios audiovisuales con enfoque en el espectro sonoro. Su trabajo contempla diseño sonoro, instalaciones, conciertos espacializados, narrativas especulativas y experiencias inmersivas. Su acercamiento al sonido inicia reflexionando en torno a la relación silencio-ruido, el espacio político y el agente sonoro como medio de enunciación. Investiga sobre la resonancia, el espacio acústico y cómo incide el sonido de forma física y psíquica en relación con el escucha. En la creación de narrativas sonoras, incorpora el estudio de la síntesis, la electricidad, el voltaje, registro, formatos y la materialidad. Actualmente es integrante del ensamble experimental Amor Muere con Gibrana Cervantes, Camille Mandoki y Mabe Fratti, con quien ha colaborado en diversas publicaciones.