La instalación de Alÿs se compone de la documentación de uno de sus proyectos más ambiciosos, mover una “montaña” en las afueras de la capital peruana, Lima. El movimiento en sí se logró mediante el trabajo manual de un gran equipo de 500 trabajadores voluntarios que palearon la tierra de un lado a otro de una gran duna durante el transcurso del día.
En su desplazamiento del paisaje, aunque fuera de sólo unos pocos centímetros, el proyecto de Alÿs se refirió al Land Art de los años 60 y 70. Sin embargo, esas obras en los desiertos estadounidenses rara vez se encuentran pobladas, y el artista buscó inculcar una dimensión sociopolítica al legado de los earthworks.