Orozco siempre ha estado interesado en las formas de impresión como trazos, y en cómo las hojas de las plantas pueden ser registradas, mimetizándose a sí mismas. Su instalación El color viaja a través de las flores está hecha con residuos de pétalos teñidos químicamente en una fábrica de flores artificiales. Este laberinto vegetal es una de las maneras en que el artista usa los remanentes de materiales para generar nuevas obras. Dispuestas como pruebas psicológicas de Rorschach, los trazos industriales de flores se multiplican en formas asimétricas de naturaleza moderna.