Filmado en Cancún, una ciudad desarrollada como centro turístico en la década de 1970, Cities of Gold and Mirrors combina escenas que documentan choques culturales entre diferentes épocas. El video presenta escenas vistas por un lente nostálgico, donde conviven spring-breakers bebiendo, delfines nadando frente a un edificio brutalista y un pandillero vestido de rojo realizando una danza ritual en la cima de un sitio arqueológico maya. La banda sonora de la obra proviene de Mysterious Cities of Gold, una serie animada, de 1982, sobre conquistadores españoles, que fue distorsionada para evocar una vieja película de ciencia ficción. Al comprimir diferentes tiempos en el espacio del presente, Gaillard nos muestra una ruina del futuro.