La DS (Cornaline) es un automóvil clásico francés producido por Citroën en los años cincuenta y sesenta que representó un símbolo de progreso y modernidad. Esta obra es una nueva versión del automóvil gris llamado La DS, expuesta por primera vez en París en 1993. Para su realización, este modelo fue cortado en tres partes iguales y unido sin su sección central, ensamblado de una forma distinta. En sus diarios, Orozco menciona que funciona como una “fotografía tridimensional”, o un “autorretrato”: un automóvil que representa una conexión entre el cuerpo y las máquinas, y en el que sólo caben una o dos personas. Exhibida sin motor, y haciendo alusión a la técnica de simetría, esta obra muestra un cambio de percepción tanto físico como en la utilidad de un objeto.