La práctica de Pia Camil toma prestados elementos del paisaje urbano mexicano y en algunos casos se enfoca en el fracaso y la descomposición de este. Sus cortinas crean ambientes que confrontan la política del consumismo global y el mercado capitalista por medio del lenguaje visual del teatro y las tiendas. En Espectacular Telón Pachuca I y II Camil se apropia de signos y símbolos que aparecen en los espectaculares abandonados y los integra a cortinas de lona, teñidas y cosidas a mano, en un esfuerzo por desacelerar el proceso de producción cultural en masa a través de lo hecho a mano. Las obras son estilizaciones del fracaso de la sobreproducción capitalista, transformando al espectacular en descomposición en un objeto crítico y a la vez lúdico.