Como muchos otros artistas de su generación, Jenny Holzer ha usado el lenguaje y las estrategias de la comunicación de masas en su obra. A finales de los setenta, mientras aún era una estudiante, empezó a crear obras compuestas por aforismos o frases que juegan con clichés o refranes. Inicialmente, imprimía sus Truisms en carteles, calcomanías y camisetas. Más adelante, Holzer comenzó a utilizar pantallas electrónicas. En 1982 mostró estos mensajes en una pantalla gigante de anuncios publicitarios en Times Square, Nueva York. Los truisms son deliberadamente desafiantes, con oraciones que incluyen opiniones contradictorias. Holzer esperaba que agudizaran la percepción de las personas sobre tantas nimiedades que vemos diariamente.