Jason Rhoades obtuvo reconocimiento a principios de los años 90 por sus entornos a gran escala llenos de cientos de objetos comprados en tiendas, alterados y hechos a mano. Entre 2003 y 2006, estas construcciones a menudo iban acompañadas de letreros de neón que abordaban explícitamente la sexualidad y la cultura del consumidor. Sus instalaciones multimedia usualmente combinaban elementos del lenguaje visual contemporáneo en Estados Unidos. Rhoades, que creía firmemente en la autoexpresión y la libertad del artista para abordar cualquier tema, fue más allá de las nociones de gusto, tabúes sociales o corrección política. Shelf (Koo-Koo) existe en estrecha relación con una instalación más grande titulada Meccatuna (2003), en la cual repisas y estructuras similares a ésta estaban cubiertas por frases de neón. Las palabras que visten los muebles de metal son eufemismos de los genitales femeninos, tanto del inglés como de diversas culturas e idiomas.