Gabriel Orozco interactúa con el tiempo como una fuerza capaz de transformar, erosionar y acelerar materialmente sus procesos artísticos. El artista emplea materiales maleables, como la plastilina, para crear varias piezas. La plastilina fue inventada en la época industrial en Alemania y permitió a los escultores trabajar en épocas de frío extremo, pues se trata de un material que no se seca ni endurece. En obras como Piedra que cede y 840 libras netas de plastilina negra, la plastilina es moldeada por la presión corporal o la exposición al ambiente, incluyendo los elementos que la modifican accidentalmente o se adhieren al objeto.