Caminar, volar, conducir, embarcar, montar, destinar, mapear, navegar y otros modos de dislocación a través de pinturas, dibujos, fotografías, esculturas, videos, filmes y documentos de los siglos XIX, XX y XXI.
Si el tiempo es el gran tema en la literatura, el dislocamiento es el gran tema para los objetos. En la literatura, palabras, oraciones e historias se rearticulan a través de la memoria y el olvido, sufriendo cambios a través del tiempo –ese grande escultor, como escribió Marguerite Yourcenar–. Nuestra percepción cambia a lo largo del día, del año o de la vida. En el mundo de los objetos, todo está en movimiento permanente: la tierra gira, la sangre circula en nuestras venas, atravesamos la calle, la ciudad y la geografía. En ese contexto, toda exposición trata de alguna forma la idea del viaje. Las obras migran del taller del artista o de una colección a una galería o un museo, son reagrupadas, recontextualizadas, yuxtapuestas a otras. Todo aquí sufre algún desplazamiento. El resultado –la distribución de los objetos en el espacio– es también una invitación a un viaje, un encuentro o al descubrimiento de diferentes itinerarios a través de la lectura de los objetos, de sus vivencias y experiencias. The Traveling Show es una muestra sobre viajes, pasajes, jornadas, transportes, dislocamientos, cartografías. Cronológicamente, la exposición inicia en México en el siglo XIX con dos viajeros europeos que visitaron el país: el Barón de Gros y Jean-Frédéric Maximilien de Waldeck. Dos pinturas excepcionales del Museo Soumaya surgen como contrapuntos históricos a lo contemporáneo, indicando dos visiones del siglo XIX europeas sobre México: el deslumbramiento con lo desconocido (en la gruta de Gros) y la construcción de un pasado ficticio (en la ceremonia de Waldeck). Otros dos viajeros, uno del siglo XX y otro del siglo XVIII, son referencias para artistas contemporáneos en la exposición. Tamar Guimarães, Steven Lam, Eric Anglès, Runo Lagomarsino y Sarah Lookofsky se apropian de un pasaje o relato Mornings in Mexico de 1927, del escritor inglés D.H. Lawrence. Mark Dion, por su parte, sigue el rastro del explorador estadunidense William Bartram por el sur de los Estados Unidos en el siglo XVIII. En seguida, pasamos a un grupo de artistas vinculados a los años sesenta y setenta que trabajaron con la relación entre arte y geografía, dislocamiento y territorio: Vito Acconci, Alighiero e Boetti, Andre Cadere, Lygia Clark, Eugenio Dittborn, Juan Downey, Dan Graham, Douglas Heubler, On Kawara, Robert Kinmont, Richard Long, Ana Mendieta, Gina Pane, Claudio Perna, Robert Smithson y Lawrence Weiner. Un grupo de artistas contemporáneos trabajando con video y filme explora la toma en movimiento (traveling shot), el road movie y el viaje: Allora & Calzadilla, Darren Almond, Cao Guimarães, Marine Hugonnier, Fernando Ortega, Thiago Rocha Pitta, Santiago Sierra, Carla Zaccagnini. Dos trabajos en video se contraponen a un conjunto de imágenes de viajes: uno compuesto por créditos en textos (de Mike Bouchet), otro por declaraciones biográficas (de Dias & Riedweg). Al centro físico de la exhibición, el cual está diseñado a manera de una brújula, Sentido Único – One Way; una instalación de Eduardo Basualdo, expresa la idea del desplazamiento, tiempo y luz, por medio de elementos giratorios, mapas, fuego y un personaje sin rostro. En el cruce de tantos caminos, artistas contemporáneos exploran de diferentes maneras una sucesión de elementos relacionados con el viaje: bicicletas, camiones, barcos, aviones, maletas, tarjetas postales, mapas, álbumes de viajes, boletos de avión, pasaportes e intrusos (una retrospectiva completa de todas las esculturas en neón producidas por Claire Fontaine en la serie Foreigners Everywhere). Si los objetos reunidos aquí hablan acerca del dislocamiento, nosotros también nos dislocamos para aprehenderlos. De este modo, nuevos viajes están por encima de otros, repetida y sucesivamente. Como en la literatura. Texto por Adriano Pedrosa